LA RIQUEZA DE LA HISTORIA DE YUCATÁN
El nombre de Yucatán tiene un curioso origen. Dicen que los españoles cuando llegaron a estas costas y tuvieron sus primeros contactos con los hombres mayas, les oyeron una serie de palabras, incomprensibles para ellos por supuesto, pero que acabaron atribuyendo como nombre de la zona. Lo graciosos es que los mayas parecían repetir algo como “no entendemos, no te entiendo”… que en maya sería una cosa como “Tectetán, Tectetán”… y que aquello derivo en lo que hoy conocemos como ¡Yucatán!.
Unas tierras bendecidas por la naturaleza tropical… y de regalo bañadas por las cálidas y hermosas aguas del Caribe, al sudeste de Méjico, y que comprende las tranquilas y acogedoras regiones de Yucatán, Quintana Roo y Campeche.
Es, junto con el estado de Baja California, la zona más turística del país, y la más fácil y tranquila de recorrer por libre… No es extraño que enamore, a mí me enamoró. Y por eso hoy quiero dar algunas razones por la que hay que viajar a este pedazo encantador de Méjico que derrocha, historia, naturaleza, sol y buena gastronomía a raudales… Son tantas, que habremos de dividirlo en dos artículos… empezamos por la historia la pasada: maya y colonial. Y la presente… las gastronomía, porque la comida es historia viva.

EL RICO PASADO MAYA
La civilización Maya fue una de las más avanzadas y sofisticadas culturas de la América precolombina. Desarrolló su apogeo entre los siglos IV y X, alrededor de 40 ciudades se distribuyeron por el cinturón entre el Pacífico y el Atlántico al Sur de Méjico, y también por Guatemala, Honduras y Belice. Ciudades donde se levantaron templos que parecen querer alcanzar el cielo, en los alto de las pirámides Mayas habitaban los dioses. Mientras que el pueblo maya vivía en las zonas rurales, de la agricultura… de manera muy parecida a como siguen viviendo algunas comunidades indígenas mayas hoy en día. Algunos de los centros religiosos más importantes y hermosos que podemos encontrar en Yucatán son:
Chichen Itza es sin duda la joya de la corona. Ciudad sagrada que en lenguaje Maya significa «boca del pozo de Itza», por el gran cenote sagrado. Son numerosas sus edificaciones entre las que destaca la pirámide de Kukulcan, durante los equinoccios de primavera y verano la posición del sol crea una sombra que baja los escalones de la pirámide creando un serpiente y atrayendo gran multitud de turistas.
Tulum. La única ciudad maya que se levanta a orillas del Mar, sobre un pequeño acantilado ofreciendo un espectáculo paisajístico único, una simbiosis entre la historia y la naturaleza. Conocida como «la ciudad amurallada» Tulum fue una de las ciudades más importantes durante su esplendor, y hoy una de las más admiradas ¿quién no ha querido bañarse en las aguas turquesas a los pies de unas ruinas milenarias?
Coba, cerquita de Tulum, resulta uno de los yacimientos más misteriosos… Con muchas construcciones aún cubiertas por la jungla. Puede presumir de tener la pirámide Maya más alta del Yucatán, Nohoch Mul, con 120 escalones y 42 metros de altura ¡no apto para los que sufren vértigo!
Uxmal, cerquita de la ciudad de Mérida se encuentra esta ciudad cuyo nombre “la tres veces construida”, y nos da idea de la antigüedad de la ciudad que se remonta al 500 a.C., aunque no vivió su esplendor hasta los siglos IX y XII d.C. cuando fue el centro del poder político y económico maya en la región Puuc.
Su arquitectura y decoración es muy particular, donde destaca la pirámide del Adivino, la única pirámide con planta ovalada que se conozca, y que se levanta 35 m de altura.
CIUDADES COLONIALES
Avanzando el tiempo… olvidado ya el esplendor maya, llegaron los españoles. Los nuevos conquistadores acabaron por levantar nuevas ciudades a imagen y semejanza de las españolas, en los lugares que antiguamente habían ocupado asentamientos mayas, aprovechando en muchas ocasiones situaciones estratégicas y los recursos naturales. Si hablamos de ciudades coloniales en Yucatán hay que hablar de un conquistador en concreto: Francisco de Montejo y León, conocido como «el mozo» fue el fundador de las dos ciudades mas importantes de la península: Mérida y Valladolid. Aunque ninguna se parece a su ciudad homónima en España. Ni Mérida a la Emerita Augusta romana y árabe; ni la Valladolid yucateca, a aquella otra Valladolid que se levanta en la fría estepa castellana.

La Muy noble y muy leal ciudad de Mérida, honrada por Felipe III en 1618 con tan insigne título… pero hoy más conocida por ‘La Ciudad Blanca’ , debido al color de la piedra caliza con el que se construyeron sus casas, se remonta a 1542. Hoy es una ciudad hermosa, y llena de vida.
La mayor ciudad y la capital del estado de Yucatán, también es la capital cultural y financiera de la región. Una ciudad moderna y cosmopolita, con museos, galerías de arte, … y un centro histórico hermoso y ambientado.
Valladolid… por su parte, conocida como “La Perla de Oriente” o de la “Capital del Oriente Maya”, frente al crecimiento de Mérida fue quedando relegada, y apenas es visitada. Los turistas pasan de largo en su paso a Chichen Itzá y Mérida. Lo que hace de ella una ciudad aún más atractiva a mi parecer.
De tan antigua historia como Mérida, fue fundada en 1543 por otro Francisco de Montejo “El Sobrino”. Con una armoniosa y colorida arquitectura, edificios históricos destacables, pero un ambiente mucho más relajado y auténtico. Mi recomendación es alojarse allí para explorar la zona y vivir por unos días como un yucateco más, ajenos al turismo masivo.
Y entre medias Izamal… no podemos pasar por alto este pueblecito de colores ocres que se encuentra a caballo entre Mérida y Valladolid. Conocida «la ciudad de las tres culturas», pues combinan rasgos de su pasado prehispánico, colonial y actual. Fue fundada a mediados del siglo XVI sobre los vestigios de una antigua ciudad maya, otra vez, en un lugar dedicado a los rituales se levanta el Conjunto Conventual de Nuestra Señora de Izamal, con el monumental atrio, considerado como el más grande de América Latina.

GASTRONOMIA YUCATECA
La cocina tradicional yucateca deriva básicamente de la cultura hispana y la cultura maya, lo dicho, pura historia y fusión de culturas e ingredientes del viejo y el nuevo mundo. Ingredientes usados tradicionalmente en la cocina maya: maíz, chocolate, pavo salvaje, calabaza, tomates y chiles, el picante no puede faltar. Además de ingredientes europeos que enriquecieron una cocina ya de por sí variada y sabrosa: la carne de cerdo, las naranjas de los españoles y el queso Edam de los holandeses, por ejemplo. La cocina de esta parte de Méjico es muy diferente a la del resto del país, debido en parte al aislamiento geográfico de la región de Yucatán de las otras regiones de México, y a las diversas influencias europeas y caribeñas.
Pero veamos las principales delicias, o las que a mi me dio tiempo a probar… que merecen por si solas un viaje de regreso 😉

Salbutes y Panuchos. Una particular forma de taco: los salbutes son las famosas tortillas de maíz frita y servida con lechuga, tomate en rodajas, cebolla curtida, carne de pavo o pollo y aguacate: una combinación de frito y crudo, un pequeño bocado refrescante y delicioso. Los panuchos se parecen a los salbutes, solo que a estos se les añade frijoles.
Cochinita Pibil. ¡Bendita cochinita pibil! La carne de cerdo marinada en una mezcla de achiote, jugo de naranja agria, ajo, sal y pimienta, envuelta en hojas de plátano y horneada bajo la tierra. Cuando se saca la carne de cerdo se deshace, y solo el aroma deshace al mismo comensal.
Sopa de lima. A priori suena raro, hasta que se prueba una sola cucharada y entonces no se quiere parar. Este caldo de pollo, jitomate, pimiento y cilantro… tiene su particularidad en el increible toque cítrico de la lima, con unos totopos (nuestros nachos) crujientes encima es un plato redondo.
Tikin xic, el pescado no puede faltar en la gastronomia yucateca, y además al estilo tikin xic de la barbacoa maya, todo un descubrimiento y una explosión de sabores: achiote, zumo de naranja y limón, chiles, pimientos, tomates, cebollita morada que no puede faltar, cerveza y el toque mediterráneo del aceite de oliva…. todo envuelto en una gran hoja de plátano ¡para chuparse los dedos!
- El queso relleno, es un plato que puede parecer que desentono, porque el queso es holandés de bola, nada que ver son los clásicos mejicanos como el de Oaxaca. Dicen que el origen de este plato se remonta a los piratas que asolaban las costas de Belice, a donde llegaron los primeros quesos holandeses de contrabando.
Junto con la carne de cerdo picada, las alcaparras, aceitunas españolas y el aceite de oliva se completaba un plato casi de ultramar tan moderno como histórico, pero con el toque maya definitivo gracias al epazote y el chile.
Las Marquesitas. Pasemos al dulce, que de eso no falta en esta tierra. Pero lo que no hay que dejar de probar en Mérida son las Marquesitas. Nada como saborearlo en un paseo nocturno tras comprarlo en alguno de los puestos callejeros de la ambientada plaza central. Es un tipo de barquillo que se rellena de queso bola y algo dulce: nutela, frambuesa o crema de cacahuate.
Y para acompañar cualquiera de estos platos se puede optar por la una «caguama», lo que viene a ser nuestra litrona de cerveza, o mejor aún, una Michelada, la bebida típica hecha a base de cerveza, tabasco, lima, salsa inglesa y sal mojada en el borde. ¡Te harás adicto!
Para empezar… ya he reglado unas buenas razones para escaparnos a Yucatán. ¡Nos vamos!
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