¿Qué tienen en común el anuncio publicitario del último Cadillac salido de fábrica y el reality show ‘Impossible Expedition’ de la cadena de televisión americana ABC? ¿La respuesta? La respuesta es Todra, la Garganta del Todra, un impresionante desfiladero abierto, gota a gota, por la erosión fluvial del río Todra, en el interior más rural y auténtico de Marruecos, en lo más profundo del Alto Atlas marroquí.
El Todra, como su vecino Dades, se lo ha tomado con paciencia, con un margen de muchos miles de años para tallar escarpes cortados a pico, que, como han demostrado Cadillac y la creación del realizador Mark Burnett para la ABC, son una llamada a las sensaciones más duras y agrestes, un entorno espectacular.
Pasos estrechos
La Garganta del Todra surca un largo tramo de 40 kilómetros del Alto Atlas, de los que sus últimos 600 metros son tal vez los más espectaculares y desde luego los más icónicos, los más interesantes y cautivadores. Y es que el cañón se estrecha y estrecha en algunos sitios hasta alcanzar los diez metros de anchura, a los que flanquean paredes verticales de más de 150 metros de altura, desde la perspectiva inferior parecen subir a los cielos y no tener fin.
Sí, los tramos más estrechos de la Garganta del Todra son transitables, son llanos y la superficie es firme en la estación seca como para ir de un paso angosto a otro, de sorpresa en sorpresa. Ecos incluidos… El río en su punto más bajo y tranquilo está encauzado junto a una pista de cemento y unas veredas que sirven de soporte para los caminantes que se apuntan a hacer el recorrido casi en cualquiera de sus longitudes y tramos.
Wadis
El Todra es en realidad un wadi, un río estacional, como miles de los que hay en Marruecos y en todo el área occidental del África sahariana. Secos en verano y muy caudalosos, peligrosamente caudalosos, en unas pocas semanas del tiempo de lluvias del invierno. Sólo así se explica que el agua haya profundizado tanto la garganta hasta dejarla clavada en sus profundidades.
El lugar es una meca para senderistas que buscan caminos sólidos en piedra y ascensiones en lugares agrestes, las mismas expectativas que suelen buscar otros más atrevidos, los escaladores que han abierto vías con y sin cuerdas en las mismas escarpaduras, y sobre estas han hecho carambolas para acomodar sus estructuras algunos de los nuevos alojamientos de la zona.
Marruecos rural
De regalo al visitar la Garganta del Todra, está la experiencia de descubrir el día a día de las gentes del lugar, dedicadas al pastoreo de cabras, yendo de un lugar a otro, de un pueblo a otro, entre el Valle de Tinerhir y Aït Hani, Tamtatouchte o Imilchil, las aldeas más próximas a la garganta. Viajes a paso de burro o de camello. Esta es la imagen más típica y tópica del interior de Marruecos, del monumental Atlas. Y tan real como la hayamos imaginado.
La Garganta del Todra es parte de la experiencia de un viaje a lo más profundo de Marruecos, una experiencia natural al estilo de los viajes que nos gustan. Esos diseñados con todo el mimo de los que conocen los lugares, los que viven enamorados de ellos, y saben convertir la ruta en viajes que nunca se olvidan y que se seguirán viviendo en el recuerdo.
La mejor forma de conocer el país y mezclarse con la gente local, a nuestro aire, con nuestro propio vehículo, y alojándonos es casas locales.
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