Un espectáculo que emociona
En Ko Phra Thong, esa islita desconocida en el mar de Andamán, al sur de Tailandia, las tortugas marinas son un espectáculo que emociona, tanto como el amor que dan las personas que forman el proyecto Naucrates cuidando y protegiendo a esas tortugas. En Naucrates tienen un sueño: preservar las tortugas en un ambiente amenazado por la contaminación, la pesca sin control y el turismo. Esta es la Tailandia desconocida a la que soñaba viajar, y la que que encontré.
Gracias a Naucrates y su preciosa labor, poco a poco cada año hay más tortugas que llegan a las costas de Ko Phra Thong para poner sus huevos. Tener la suerte de ver nidos de tortuga y verlos eclosionar en directo, esas cientos de pequeñitas tortugas siguiendo su instinto para lanzarse al mar… es un espectáculo difícil de olvidar.
Y es que Tailandia aunque ahora se haya convertido en destino turístico masivo, sigue siendo un país salvaje que conserva su identidad en algunos lugares escondidos y sumergidos por la naturaleza. Descubrir la faceta primitiva de Tailandia me atraía poderosamente, su verdadera alma y lo que los animales y la naturaleza en su forma más pura pueden regalar a un viajero en su camino.
Entre esa increíble naturaleza me esperaba otro espectáculo, el pueblo Moken, conocidos también como ‘gitanos del mar’. En la isla de Ko Surin estos nómadas del mar mantienen su estilo de vida tradicional, navegando sin parar en un bote de madera de mai pan, un árbol local. Un bote de mai pan puede durar 20 años como su medio de transporte su casa, su instrumento de pesca, su paridero e incluso un lugar para morir.
Me enamoré de esta gente, de sus sonrisas y de la relación que mantienen con el mar. Para ellos el mar es el hermano, el amigo, el amante. Alrededor de las islas del mar Andamán viven de su flora y de su fauna. Y utilizan herramientas básicas para cazar y construir barcos. Pero lo mejor es verles bucear… ¡bucear como nadie sabe hacer! Qué pasada ver como los niños son los mejores debajo del agua porque aprenden a contraer las pupilas (al contrario que al resto de los mortales que la pupila se dilata) en apnea y gracias a ese truco ven con mayor nitidez bajo el agua y consiguen el pescado con extrema rapidez.
Viajar a Ko Phra Thong fue como volver a los orígenes más puros del ser humano y de nuestro planeta, vivir como un animal más, respetuosos de lo que nos rodea, vivir con quien no ha olvidado que no estamos solos.
¡Esta Tailandia… es la Tailandia que me ha enamorado y donde seguiré viajando! Viaja tu también a Tailandia!
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